Teba Fernández apuesta por una educación integral ya
que “no se puede enseñar solo con las herramientas del pasado para formar a
ciudadanos del futuro”
Teba Fernández dice que la
sociedad actual debe tender hacia una educación integral que abarque
la formación de la afectividad, la creatividad, el pensamiento crítico, la
interacción social y la sinergia de los distintos tipos de inteligencia y
considera que “no se puede enseñar solo con las herramientas del pasado para
formar a ciudadanos del futuro”.
Eva Teba Fernández, socia y
cofundadora de Educando Consultoría, responsable de calidad del Colegio Ramón y
Cajal de Madrid y directora del curso de Especialista en Inteligencias
Múltiples y Aprendizaje Cooperativo de la Universidad Camilo José Cela, será una
de las ponentes en el evento internacional Educando para Emprender que la
Asociación Sentia ha organizado para los días 19 y 20 de septiembre en la
Universidad Politécnica de Cartagena.
En su ponencia Aprendizaje cooperativo: sinergias para
construir una sociedad más creativa y solidaria, ahondará sobre un
nuevo modelo educativo que la sociedad reclama a la escuela y a la
universidad y que “debe promover la solidaridad y la creatividad”.
Teba Fernández considera
“complejo” poder establecer una cultura cooperativa en los centros “si los
profesores se sienten solos en las aulas” y apunta que se están dando pasos de
gigante en la última década en este sentido “aunque aún falta bastante
concienciación y formación docente en España”.
La ponente se apoya en el
último informe TALIS 2013 que la OCDE publicó el pasado 25 de junio, en el que
se recoge que los profesores españoles perciben su tarea como individual y no
como colaborativa.
Teba Fernández explica que en
sus experiencias sobre el aprendizaje cooperativo ha comprobado que “los
alumnos aprenden a ayudarse y a respetarse y no a competir”, que se les asignan
tareas y los estudiantes constatan que “se pueden llegar a las soluciones
requeridas por caminos diferentes y creativos y no solo por el que marque el
profesor”, se mejora igualmente el ambiente en las aulas y “los alumnos se
hacen más autónomos y mejoran su autoestima”.
Añade que con esta
metodología, el aprendizaje se produce “de forma más sólida y estimulante”, el
alumno desarrolla un “espíritu más crítico” hacia su propio trabajo y “un
mayor respeto y tolerancia hacia el compañero”.
Desde el punto de vista
cognitivo y no social, dice Teba Fernández que el aprendizaje cooperativo
favorece el desarrollo de las llamadas “habilidades de nivel superior en el
cerebro” que comprenden la capacidad de análisis, síntesis y la
creatividad, atiende a las inteligencias múltiples y a los distintos estilos de
aprendizaje, adaptándose al ritmo natural de concentración del cerebro.
Dice la ponente que la
escuela es una “microsociedad” donde debemos evitar modelos de enseñanza que
promueven la estandarización, la convergencia y la falta de personalización del
proceso de aprendizaje, y en
lugar de ello fomentar en los alumnos las “capacidades superiores del cerebro”,
que según Teba Fernández “son hoy en día más necesarias que nunca para superar
el presente contexto de crisis con garantías de éxito”.
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